martes, 2 de diciembre de 2014

LA FUNCIÓN DE REPRODUCCIÓN. PARA SABER MÁS.

  Las fontanelas. 

La vagina de la madre es un conducto muy estrecho. Aunque es flexible y se
 dilata para permitir la salida al exterior del bebé, la naturaleza ha previsto mecanismos para facilitar el parto, tanto para la madre como para su hijo.

Los huesos craneales de un recién nacido no están soldados del todo, entre ellos hay unos espacios abiertos llamados suturas intracraneales y otros más anchos: las fontanelas. Las fontanelas son unas pequeñas separaciones que facilitan que la cabecita pueda amoldarse y atravesar el canal del parto. Una vez que el bebé ha nacido, permiten también que el cerebro del bebé tenga suficiente espacio para poder desarrollarse.

El cráneo del bebé tiene seis fontanelas, aunque solo dos de ellas se palpan con facilidad. Una se encuentra en la parte más alta de la cabeza y la otra está justo encima de la nuca. Son blanditas y se puede llegar a apreciar como suben y bajan al compás de los latidos de su corazón.

Es peligroso presionar las fontanelas, aunque sí se pueden tocar. La fontanela anterior se puede cerrar hasta los 18 meses y la posterior puede cerrarse a los 6 meses o incluso antes. Las suturas intracraneales se cierran mucho más tarde, cuando el cerebro ha terminado de crecer y la cabeza ya tiene su tamaño definitivo.

LA FUNCIÓN DE REPRODUCCIÓN. PARA SABER MÁS.

La fecundación in vitro. 

La fecundación in vitro es una técnica que se emplea en el tratamiento de problemas de infertilidad. Consiste en extraer un óvulo y fecundarlo con un espermatozoide fuera del cuerpo de la madre. Cuando se forma el cigoto, se transfiere al útero materno donde continúa su desarrollo normal.


La fecundación in vitro se inicia con un fuerte tratamiento hormonal para la madre con el fin de estimular la producción de óvulos. En condiciones normales se necesita un óvulo y unos 750.000 espermatozoides para que se produzca la fecundación, pero también se puede inyectar directamente un único espermatozoide dentro del óvulo.


El cigoto, para aumentar sus posibilidades de supervivencia, se “cultiva” en el laboratorio al menos durante cinco o seis días antes de implantarlo en la madre para asegurarse de que sea viable. Se suelen transferir varios cigotos a la vez, por lo que son muy comunes los embarazos múltiples. 

LA FUNCIÓN DE REPRODUCCIÓN. PARA SABER MÁS.

    Una cuestión de hormonas.

    A los 25 años, una cuarta parte de los hombres pierde cabello en la coronilla, la parte más alta de la cabeza, y a los 80 años casi todos están parcialmente calvos. Sin embargo, las mujeres sufren calvicie en un porcentaje muchísimo más bajo.

Las responsables de esta caída del pelo son las hormonas sexuales, en concreto la testosterona, una hormona muy abundante en los varones. Si el hombre tiene genéticamente una predisposición a la calvicie, su organismo transforma esta hormona en otra llamada DHT que encoge los folículos capilares hasta provocar la caída y la desaparición del pelo.


El cuerpo de las mujeres también produce pequeñas cantidades de testosterona, y si una mujer tiene una herencia familiar de calvicie, es posible que su cabello se debilite y caiga como el de los hombres. Pero el porcentaje de mujeres que padecen este problema es muy pequeño y además en ellas es mucho menos evidente.

LA FUNCIÓN DE REPRODUCCIÓN. PARA SABER MÁS.

LA REPRODUCCIÓN EN LOS ANIMALES





     Existen diferentes tipos de reproducción en el mundo animal. La más común es la reproducción sexual, en la que intervienen dos individuos de distinto sexo que se unen para formar un nuevo individuo que tiene las características de sus padres.
     Pero existen animales que poseen órganos sexuales masculinos y femeninos y que pueden ser macho o hembra en diferentes etapas de su vida; son los animales hermafroditas, y un ejemplo de ellos es el caracol, que es permanentemente hermafrodita, o algunas especies de peces, que son machos o hembras en distintas etapas de su vida.
   


También existen animales con reproducción asexual, como la estrella de mar.